Sin embargo me encantan los álbumes chiquitines, los mensajes escritos a mano y el Diario de Navidad. La idea de guardar todos los detalles de esta época mágica en un libro hecho a mano me emociona y me imagino a los pompones (sobre todo a la pompona) hojeándolo a todas horas.
Todavía no me he lanzado (por el momento soy más de digital), pero Ari nos cuenta más detalles en su post de hoy para acabar de convencer a todos los indecisos. No me digáis que su álbum no es precioso. ¿Alguien se anima a aprender conmigo?